Embarazo
> Primer Trimestre
Cambios físicos
en el primer trimestre del embarazo
Desde la concepción hasta semana 12ª de embarazo
Desde que se ha producido la concepción, tu organismo
se prepara para albergar el feto. El metabolismo se adapta
para poder alimentarlo, las hormonas provocan una especie
de cansancio muy beneficioso para los primeros meses (te
obligan a descansar), y las mamas empiezan ya a preparase
para la lactancia. Estos cambios orgánicos provocan
unos síntomas característicos que parecen
desde los primeros días: sueño, cansancio,
tensión en el pecho...
Más sueño.
El sueño excesivo que sentirás durante los
primeros meses es un recurso del organismo que te obligará
a descansar más horas. Así conseguirás
ahorrar la energía necesaria para hacer frente al
enorme esfuerzo que está llevando a cabo el organismo
para fabricar la placenta y adaptarse a las exigencias que
tendrá el feto. No debes combatir este cansancio
con cafés, té o cola, sino dejando que tu
cuerpo descanse las horas que necesite. Lo ideal es dormir
una hora más por la noche y descansar al menos otra
después de comer.
Necesidad de orinar.
La actividad de determinadas hormonas hace que se tenga
que vaciar a menudo la vejiga incluso en una etapa tan temprana
del embarazo, pero también el útero ha aumentado
de tamaño y la presiona levemente. Además,
han aumentado los líquidos corporales y para que
no se produzcan edemas y el riñón funciona
a toda marcha para eliminarlos.
Mareos y náuseas.
No se conoce exactamente su causa. Puede que el aumento
de los niveles de determinadas hormonas afecten al lugar
del cerebro donde se regulan los vómitos y que otras
hormonas relajen la musculatura del tracto digestivo. También
existe una relación con el estado emocional pues
está comprobado que estos síntomas son más
frecuentes en las mujeres que no han deseado el embarazo
o que lo viven con mucho temor o ansiedad.
Tensión en el pecho.
Las mamas adquieren mayor sensibilidad y comienzan a crecer
ligeramente, la areola alrededor del pezón adquiere
más pigmentación y pueden observarse los vasos
sanguíneos por debajo de la piel. Son cambios normales
que indican que el pecho se está preparando para
la lactancia.
Cambios externos.
La cintura se ha desdibujado aunque el útero sólo
tiene el tamaño de una naranja. El pecho aumentando
de tamaño rápidamente y la areola del pezón
se oscurece cada vez más. las hormonas se han encargado
de que tu piel esté más tersa e hidratada
y el cabello tiene brillo y volumen.
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